La Fiesta Demoscópica o cómo disfrutar del nuevo y mejor indie nacional


La Fiesta Demoscópica es un ciclo de conciertos organizado por la prestigiosa publicación musical Mondosonoro en varias ciudades de la geografía española. Hablamos con Luis Menéndez, jefe de redacción en Madrid, quien nos explicó que el objetivo es dar visibilidad al trabajo que realizan para descubrir nuevos talentos, hacer que bandas poco conocidas puedan despuntar. No se guían por el carácter comercial, sino por gustos que se adecuen al espíritu de la revista, dejándose llevar por su olfato musical, al pretender fichar a las bandas que creen que pegarán más fuerte en próximos meses (aunque a veces se equivoquen).

Nuestro equipo acudió a la cita madrileña, esperando encontrar las nuevas promesas del panorama nacional y volver a constatar las cualidades escénicas de Pablo ‘El Guincho’ Díaz-Reixa. Menéndez justificó la elección de El Guincho como padrino de esta fiesta diciendo que intentan que el artista cuyo álbum ha sido elegido el mejor de cada año toque en la fiesta demoscópica de Madrid y Barcelona. El ambiente era variado pero predominaba el tipo de público que esperas encontrar en este tipo de eventos: camisas de cuadros, gafas de pasta o Converse fueron los protagonistas estéticos de la noche. Todo predeciblemente estereotípico. La sala poco a poco se iba llenando, aunque, a pesar de la larga cola antes de la apertura, no hubo llenazo absoluto. Y eso que era gratuito. Pero si hemos de ser sinceros, lo preferimos a morir asfixiados en la Heineken (que aunque han mejorado la climatización, aún se puede morir de deshidratación en la pista). Macarena, de 26 años, reconocía que no conocía nada excepto a El Guincho. Beatriz, también 26, asistía basicamente por el artista canario, aunque deseaba conocer nuevas promesas del panorama nacional. Los chicos de Jägermeister pululaban por la sala embriagando a los asistentes con sus tentadores chupitos, lo que quizás ayudó a incrementar el ambiente de fiesta.

Fira Fem, © Diego Sánchez

El primer grupo en salir a escena fue Fira Fem, convirtiéndose en la actuación más sorprendente de la noche. Mezclando rock progresivo con musica experimental, canciones como ‘Old Man Jacket’ y ‘Ladies Claps (and gentlemen)’ dejaron bocabierto a más de uno con sus teclados chispeantes y sus percusiones hipnóticas. Inmersos absolutamente en  la creación en vivo de su música, el único miembro que se comunicaba con el público era el batería, que estaba medio escondido detras de la banda. No es de extrañar que el jefe de redacción de Mondosonoro comentase que Fira Fem habían entrado en la sala Heineken siendo unos desconocidos, y salieron casi con un contrato discográfico entre la manos.

Los Claveles, © Diego Sánchez

Los segundos fueron Los Claveles, cuya intervención nos hacía recordar indudablemente al rock español de los 80, muy del estilo de Radio Futura o Los Nikis. Sin embargo hubo ocasiones en las cuales el público empezó a bailar ska, ya que se podía observar la fuerte influencia de The Clash y The Specials. El cuarteto se esmeró en su paso por el escenario, y aunque estuvo menos tiempo que los otros grupos del cartel, tocaron sus canciones más destacadas, como ‘Estúpido y cansado’ o ‘Nacional’, animando a los espectadores con su descaro y desparpajo.

Marcus Doo & The Secret Family, © Diego Sánchez

El  grupo folk  Marcus Doo & The Secret Family contaba con integrantes provinientes de numerosos países, de ahí que uno de ellos, inglés de pura cepa, pidiese disculpas por no hablar español, aunque manifestó su agradecimiento a los asistentes del público. Su puesta en escena estaba llena de irregularidades, siendo su momento más bajo (y probablemente el  de toda la fiesta) el solo de la vocalista, llegando incluso a escucharse los cuchicheos los asistentes. Se llegó a pensar que iba a mantenerse así hasta el turno de El Guincho, algo que habría sido de lamentar, pero al final volvieron a tocar todos los miembros y lograron remontar medianamente el ambiente.

El Guincho, © Diego Sánchez

El Guincho fue la mejor actuación de toda la noche. Así de claro, así de fácil, consiguiendo que la cita se convirtiese en una autentica fiesta. Debido a unos problemas técnicos, su actuación empezó con unos minutos de retraso, algo que por otra parte no mermó las ganas de bailar de los asistentes. ‘Kalise’ fue la primera canción que tocaron Pablo y su banda, y a partir de este momento comenzó el jaleo. Fusionando ritmos tropicales con música electrónica e incluso hip-hop, su propuesta se perfila como exuberante y absolutamente disfrutable.

‘Ghetto Fácil’, ‘Soca de Eclipse’ o ‘Lycra Mystral‘ fueron algunos de los temas que sonaron, demostrando que realmente es uno de los mejores artistas de la escena alternativa española. El publico pudo observar la evolución musical de este artista, ya que ahora las letras tienen mucha más importancia y no se deja llevar tanto por bucles sonoros infinitos. El momento antológico de la noche fue ‘Bombay’, comentando que: “Esta a lo mejor os suena de algo”. Fueron cinco minutos en los cuales el público se entregó completamente a los ritmos enloquecidos del sintetizador y las percusiones enlatadas de El Guincho. Si ya la canción es buena en estudio, en directo resulta totalmente brutal y abrasadora. El bis estuvo compuesto por ‘Cuando Maravilla Fui’ y ‘Antillas’, ésta última alargada unos cuantos minutos más, como fin de fiesta para recordar. Definitivamente, una cita ineludible.

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